El director Marco Armiliato sufrió una indisposición breves minutos antes del inicio de la representación por lo que fue sustituido in extremis por el joven director valenciano Daniel Gil de Tejada, asistente del maestro en estas funciones y habitual de la Ópera de Sabadell. Su prestación puede calificarse de muy notable, sin prácticamente ningún desajuste entre foso y escenario, y sabiendo atajar rápidamente los pocos conatos que se produjeron. El coro estuvo a un buen nivel, con empaste y sonoridad en su justa medida.

17 de diciembre de 2015, Gran Teatre del Liceu de Barcelona
Rubén Martínez para Codalario.com